jueves, agosto 26, 2004

De lo humano, lo divino y los quebraderos de cabeza

Creo que esta semana ha habido "malos momentos" para casi todos. Pues ahí va el mío.
Hoy hablaba con un amigo que es de lo más insólito. Reconoce que los hombres tienen una sola neurona (ya sé, ya sé que ahora la minoría masculina estará poniento el grito en el cielo y defenestrando al pobre hombre que lo ha admitido... - Me parece oir frases tipo: -yo, una sola neurona? pero que se ha creído este tío? Idiotas como ese son los que dan mala imagen al género!) Y tiene la osadía de decirme las verdades; en este caso que me decepciona enormemente comprobar su aserto (siempre esperando tanto del resto del mundo...).
Me pedía que me aclare de una vez por todas. Ahora mismo no sé si soy capaz. Quizá necesito un ligero empujón para decidirme a hacer algo con mi vida. Hay quien dice que me rinda ante la evidencia, que la vida no es un camino de rosas... la vida es sueño y los sueños, sueños son? también hay quien está tan amargado/a que se dedica a joder al prójimo, como una que yo me sé, que ha invadido mi messenger, me cambió la contraseña y estará planeando la estrategia a seguir para ver si puede dejarme en mal lugar. Desde aquí mando un aviso al personal. Cuidadín con a quién agregáis, que seguramente es esa zorra (decidlo a gusto, que os quedaréis descansados) y más todavía con lo que digáis, que puede ser utilizado en vuestra contra.
Me siento mal por varios motivos; preocupación por un amigo que está en la uvi, decepción por los pseudo amigos, la poca confianza que demuestra tener la gente, los que te dan una de cal y una de arena hasta que llegas a tener tal empanada mental que no sabes qué demonios pensar; la impuntualidad de algun@s... es algo en lo que pienso a menudo. Todos solemos decir: es que soy así, no puedo remediarlo. Falacias, falacias y más falacias. Si somos buenos para llegar puntuales al trabajo, por qué no podemos hacer lo mismo con nuestra vida social? Lo considero una falta de respeto enorme. Y no sirven los mensajitos de última hora tipo: llego tarde. Si has quedado a una hora concreta, sales antes de casa y punto. Si en este párrafo hay quien se siente aludido, no lo siento en absoluto. Alguien se ha puesto alguna vez en el lugar del que espera? si sois capaces, intentadlo. No os gustará la experiencia. Y las mentiras, qué decir de ellas? que mentimos para no hacer daño? y un cuerno! mentimos para no tener remordimientos de conciencia. Solo que las mentiras tienen las piernas muy largas y todo se acaba descubriendo. Es menor una mentira piadosa que una flagrante? No, no y mil veces no. Una mentira por pequeña que sea, siempre será una mentira. Igual que ocultar la verdad o una parte de ella. La verdad no tiene matices. Es lo que es.
Hay gente cruel por naturaleza. Les gusta tener a los demás en ascuas sin decir las cosas o diciéndolas a medias (lo del local del sábado es otra historia ). Rodearse de ese halo de misterio para sentirse importantes. Qué asco! Mi vida será de dominio público, pero sois mis amigos y siempre os he contado lo que pasa por mi cabeza; necesitáis prueba más grande de mi confianza? lo sabéis absolutamente todo de mí, hasta lo más inconfesable. Confianza, bonita palabra... lástima que la utilicemos tan poco. En qué se basan las relaciones, sean de amistad, sentimentales o familiares sino en la confianza? como podemos conocernos si no asentamos primero nuestra relación en la dichosa palabreja?
Por qué estoy de tan mal humor? será la edad? será que empiezo a trabajar el lunes? (confieso que tengo ganas) será que hoy estoy asquerosamente sincera? será enajenación mental galopante? será que estoy hasta los mismísimos de todo? I don't know.
He terminado la perorata? pues no, pero ya os he estresado bastante. Tengo esa fea costumbre. Sorry.
Os dejo con un poema de Mario Benedetti
A TIENTAS
Se retrocede con seguridad
pero se avanza a tientas
uno adelanta manos como un ciego
ciego imprudente por añadidura
pero lo absurdo es que no es ciego
y distingue el relámpago la lluvia
los rostros insepultos la ceniza
la sonrisa del necio las afrentas
un barrunto de pena en el espejo
la baranda oxidada con sus pájaros
la opaca incertidumbre de los otros
enfrentada a la propia incertidumbre
se avanza a tientas / lentamente
por lo común a contramano
de los convictos y confesos
en búsqueda tal vez
de amores residuales
que sirvan de consuelo y recompensa
o iluminen un pozo de nostalgias
se avanza a tientas / vacilante
no importan la distancia ni el horario
ni que el futuro sea una vislumbre
o una pasión deshabitada
a tientas hasta que una noche
se queda uno sin cómplices ni tacto
y a ciegas otra vez y para siempre
se introduce en un túnel o destino
que no se sabe dónde acaba.

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