lunes, septiembre 13, 2004

TICRICA ED AL ZONRA APUR

Y ya estamos a domingo. Fiestas en el barrio. Música hortera hasta la madrugada y petardos. Otra semana más. Qui dies passa, anys empeny. Dentro de nada Octubre. Vacaciones. 1 de Noviembre. Fecha crítica. Cuanto más se acerca, más rara me siento. No es superstición. Es como cuando voy al Magic y acabo con la cabeza empanada de tanta corriente telúrica. No hace falta ver el aura del prójimo. La mía es oscura y no precisamente de color cobalto.
Doy las gracias a nuestro amigo radiolano por su escrito que, por supuesto, os reenvío. Llevo unos días preguntándome si realmente os interesa lo que escribo; es más: ¿me interesa a mí misma lo que estoy escribiendo?
Hoy me apetece hablaros de Kant y del tiempo. Decía este personaje que el contenido del conocimiento nos llega desde fuera a través de los sentidos (sentidos, no buscadores), pero el orden de la experiencia procede de las estructuras propias de nuestra mente. De momento me quedo con esto. ¿Qué hacemos con la información que recibimos/percibimos? Vista, oído, olfato, gusto, tacto. Y el sexto. No nos olvidemos de él. Ciegos ante la belleza. La interna. Existe gente maravillosa en este planeta que no utiliza la 38 ni hace 90-50-85. Pero... ¿para qué vamos a echarle un vistazo a su mundo interior si tenemos, un poco más allá, al cuerpo danone de turno? eso si, no pidáis mucho más. Tanto cultivar el cuerpo no deja tiempo para la mente. Sordos a las palabras. Oímos pero no escuchamos. Es mejor escucharse uno mismo. Musica celestial para nuestros oídos la de nuestra propia voz. ¿Cuanto hace que no os paráis a oler la hierba recién cortada, el mar, las choperas o ese aroma especial que emana alguien? (El de las multitudes en el metro y demás no, por favor). El placer de degustar un buen vino (sea milflores o costers del segre, a criterio del lector), una mousse de chocolate o por que no, un bocata de pan con tomate y huevo duro (me niego rotundamente a haceros croquetas). Acariciar a alguien. Despacio. Sentir la piel bajo los dedos. No estrujar. Abrazar por el simple hecho de hacerlo. No como preludio de.
Tiempo. Tiempo. Tiempo. Que no tenemos, esclavizados como estamos al reloj. Trabajo, estudios, casa, cargas familiares, banales contactos sociales... Alto. Stop. So. No somos hombrecitos grises fumando las flores del tiempo. Necesitamos tiempo para la introspección, lectura, soñar, divertirnos, para ser nosotros y nuestras circunstancias. Os acordáis de la frase del principito al mercader que vendía pastillas para aplacar la sed? -Si tuviera cincuenta y tres minutos para gastar, caminaría muy suavemente hacia una fuente...- y yo además recomendaría hacer unos cuantos crucigramas para adquirir vocabulario, si es que la lectura os parece tediosa.
A los lectores empedernidos: "El diablo enamorado" de Jacques Cazotte
Música para hoy: Nach -Poesía difusa-
Hoy no hay poema, sino letra de canción.
Lluís Llach "Un núvol blanc"
Sovint és quan el sol declina que el mires.
Ell, pesarós, sap que, si minva, l’estimes.
Arribem tard a voltes sense saber que a voltes
el fràgil art d’un gest senzill, podria dir-te que...
Així només, em deixo que tu em deixis;
només així, et deixo que ara em deixis.
Jo tinc, per a tu, un niu en el meu arbre
i un núvol blanc, penjat d’alguna branca, molt blanc.

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